El camino nos ubica en una aldea en la mitad de la posguerra, cuando España comenzaba a recuperarse y a salir de su aislamiento.
Muchas familias contemplaban entonces la educación como única vía para escapar de la pobreza. Es este el caso de nuestro protagonista, Daniel, el mochuelo, quien a la edad de once años se ve empujado al vagón del ''progreso''. Su padre decide que marchará a la ciudad, a estudiar el bachiller. El mochuelo, embutido en su cama, en vísperas de su partida, empieza a pensar en todo cuanto dejará atrás.
El lenguaje es sencillo, con locuciones propias del habla común. Con todo, hayamos un vocabulario que roza en ocasiones la erudición; claro, pero culto. Es incorrecto hablar aquí de un protagonista único, pues son muchos los personajes que intervienen en la historia; empero, tampoco puede ignorarse que todo cuanto acontece tras el primer capítulo son evocaciones del mochuelo, con las que el autor trata de justificar su situación. Nos debatimos, por tanto, entre el predominio del protagonista colectivo y el protagonista único (Daniel). La difícil vida en el campo constituye un tema muy recurrente y característico de los autores pertenecientes a este movimiento.
Poco o nada se le puede restar a esta obra salvo, y temo poner la mano en el fuego, un final más profundo y menos escueto.
Michael Gotcha Papua. 1º Bach
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